POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- El año 2023 iniciará en una semana con un panorama internacional muy sombrío que puede empujar a la humanidad a la temida tercera guerra mundial.
La histórica visita del presidente ucraniano a Washington y el anunciado incremento de la ayuda militar desde Estados Unidos, sin dudas, representa una escalada en la guerra, en la que se ve más claro lo que es una confrontación indirecta entre Rusia y EU -Occidente.
En el liderazgo político de EU hay quienes han equiparado la visita de Zelensqy con la de Winston Churchill, en un símil de la clave ayuda que dio EU a Inglaterra para contener los planes de dominio de Hitler, bajo la teoría de que Putin, con su invasión a Ucrania procura también dominar a toda Europa.
Por su parte, el líder ruso ha advertido que el envío de cohetes Patriots y otros armamentos sofisticados a Ucrania obligarán a Rusia a variar sus estrategias de guerra actuales. No hay dudas de que Rusia, sabiendo que puede ser derrotada con una guerra militar convencional como la actual, evaluará escalar el conflicto con uso de armas nucleares tácticas que puedan diezmar tropas y población ucraniana en perímetros limitados de espacio, lo que traería como consecuencia una definición mayor de EU y occidente acerca de la respuesta que le daría a Rusia.
Si esto sucede en 2023, no hay dudas que el mundo se acercaría a la confrontación total de las dos superpotencias nucleares más importantes y estaríamos al borde del abismo nuclear, en el que no habría ganadores y sí la posibilidad de destruir el mundo que conocemos en horas y días.
Sé que mi análisis puede resultarles a algunos tremendistas o apocalíptico, pero, creo que esa posibilidad existe, y estoy convencido de que vamos en el 2023 a repetir el 1962, año en que el mundo estuvo en vilo, a horas y minutos de que dos hombres dieran la fatídica orden de ataque, lo que milagrosamente a último momento, no ocurrió y se llegó a un acuerdo que ha alejado al mundo de la confrontación nuclear hasta nuestros días.
Sumado a este preocupante escenario están otros, no menos peligrosos e imprevisibles: Irán y Corea del Norte, aliados de Rusia y con fanatismo anti Estados Unidos, factor, que con armas nucleares y misiles de largo alcance puede ser el detonante que acabe con la Paz mundial; sin contar con el otro escenario de guerra China y Taiwán, que cada día se percibe más inminente.
A todo esto, la población mundial está muy ajena a palpar la realidad que vivimos y los peligros reales nos acechan ante posible escenario de guerra mundial. Creo que hay que orar para que Dios “meta su mano” como dice el pueblo y el 2023 No sea el año del desastre nuclear, ni táctico, ni de gran alcance entre las Superpotencias.
Que la Paz llegue al mundo y nos alejemos de ese abismo, son mis deseos al finalizar este año 2022.
